Angélica su primera vivienda

A 21 kilómetros de Asunción, en Areguá, desde diciembre disfruta de su casa propia Angélica Cabrera, licenciada en enfermería, quien ejerce su profesión en el Hospital del Cáncer por las mañanas y la docencia por las tardes en la Facultad de Enfermería. La vivienda está completamente terminada y la edificación se concluyó en seis meses con recursos de la AFD a través del producto “Primera Vivienda” que se canalizó por intermedio de la entidad Coomecipar a un plazo de 20 años. 

Con este producto crediticio de la AFD se llega a financiar hasta el 100% del valor del proyecto, con un máximo de G/ 275 millones o G/ 440 millones según los ingresos del solicitante. Los plazos se adecuan a cada proyecto, llegando a un máximo de financiamiento de hasta 20 años con garantía hipotecaria y de 30 años con garantía fiduciaria.

Angélica con emoción comenta que nunca pensó adquirir una casa propia en un periodo tan corto: “Yo decía que si construía iba a ser de a poco, porque nadie te ofrece una construcción así en tan poco tiempo y con un plazo largo. Siempre pensé en recurrir a un préstamo, porque es muy difícil ahorrar. El proceso me pareció bueno, fue rápido y no perdí mucho tiempo”. 

Al consultarle sobre su situación antes de tener su casa propia, relató que hasta entonces no se había independizado de la casa paterna. “Anteriormente vivía en casa de mis padres, siempre soñé con independizarme, pero no quería pagar alquiler ni mudarme a un departamento porque no me gustan los edificios, quería tener mi casa propia”. 

Se enteró de la posibilidad de adquirir el producto “Primera Vivienda” en su cooperativa, por el que optó finalmente. “AFD fue mi primera opción, averigüé en otros lugares pero no iba a poder pagar un monto tan alto, tenían un máximo que no me alcanzaba y la cuota era muy alta. Si no era por AFD, no iba a poder”. 

Angélica rememora que pensó durante 5 años, hasta que al final decidió iniciar la construcción de lo que hoy es su hogar