Doña Feliciana de Fariña desde muy joven había decidido dedicarse a la elaboración y comercialización de la chipa en la ciudad de Caacupé. Desde entonces, su pasión y habilidad para la preparación de comidas típicas fueron los ingredientes que quedaron como herencia a sus cuatro hijas: Cristina, Andresa, Blásida y Pablina, quienes hasta hoy siguen la tradición de la madre, con la marca conocida en el mercado como “Hijas de Feliciana Fariña”.Después de varios años de trabajo, la familia decidió trasladarse a Asunción, de tal forma a establecer una mayor cercanía con sus clientes, disminuir los costos de distribución y ganar competitividad.
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