Vivienda como motor de inclusión: más de 2.500 familias accedieron a su hogar en 2025 con apoyo de la AFD

En Paraguay, el acceso a una vivienda propia continúa siendo una meta que muchas familias persiguen con esfuerzo, pero que aún se encuentra fuera de alcance para una parte importante de la población. En ese escenario, la Agencia Financiera de Desarrollo (AFD) ha venido desempeñando un papel fundamental, ofreciendo alternativas de financiamiento que permiten transformar esa aspiración en una posibilidad concreta. A través del crédito de largo plazo, la institución ha logrado abrir nuevas oportunidades para quienes buscan construir, adquirir o mejorar su hogar, con condiciones que se ajustan a las realidades económicas de los beneficiarios.

Desde su creación, la AFD ha aprobado más de USD 1.409 millones en créditos destinados al sector vivienda. Este volumen de recursos ha contribuido directamente a la construcción de 34.088 unidades habitacionales en distintas regiones del país. Además, el impacto económico se ha extendido al mercado laboral, con la generación de 397.226 empleos vinculados a obras, servicios y actividades relacionadas con el rubro. Cada operación aprobada representa una inversión que no solo mejora la calidad de vida de las familias, sino que también dinamiza la economía local y fortalece el desarrollo territorial.

Resultados a septiembre de 2025: montos diversos y finalidades que acompañan cada etapa del hogar
Durante los primeros nueve meses de 2025, la demanda por soluciones habitacionales se mantuvo activa y con una tendencia creciente. En ese periodo, la AFD aprobó USD 110,3 millones en créditos para vivienda, lo que representa un incremento del 16% en comparación con el mismo tramo del año anterior. Estos recursos permitieron financiar 2.575 soluciones habitacionales, que a su vez contribuyeron a la creación y sostenimiento de más de 32.600 puestos de trabajo directos e indirectos en todo el país. Con plazos promedio de 21 años, el crédito de largo plazo ofrece a las familias la posibilidad de distribuir su inversión en el tiempo, facilitando la planificación del hogar y el manejo responsable de sus ingresos. 

Los montos solicitados por los beneficiarios presentan una amplia variedad, lo que demuestra que el crédito se adapta a diferentes perfiles y necesidades. Las operaciones van desde ₲ 100 millones hasta ₲ 1.500 millones, con mayor concentración en los rangos de ₲ 300–399 millones (30,2%) y ₲ 200–299 millones (21,9%). 
En cuanto al destino de los créditos, se observa una distribución que responde a distintas etapas del proceso habitacional. El 47,1% de las operaciones se orientó a la adquisición de viviendas, incluyendo casos que combinan compra con ampliación o refacción. Por su parte, el 41,7% se destinó a construcción, ya sea en terreno propio o mediante la compra de terreno más obra. Un 8,2% se utilizó para refacciones, terminaciones o ampliaciones de viviendas existentes, mientras que el 3% restante se aplicó a proyectos en etapa de preventa. Esta diversidad confirma que el crédito habitacional no responde a una única necesidad, sino que acompaña distintos momentos y decisiones dentro del proceso de vivienda.

Mujeres protagonistas: inclusión financiera y autonomía patrimonial
Un aspecto que merece especial atención es el creciente protagonismo de las mujeres en el acceso al crédito. Hasta septiembre, se financiaron 1.120 viviendas a mujeres, por un monto superior a USD 47 millones. Ellas representan el 43,8% del total de beneficiarios, con una edad promedio entre 31 y 40 años. Este dato revela una evolución en la dinámica patrimonial de los hogares, donde cada vez más mujeres asumen el liderazgo en decisiones financieras vinculadas a la vivienda, accediendo directamente al sistema formal de crédito y consolidando su autonomía económica.

En ese sentido, Stella Guillén, presidenta de la AFD, mencionó: “Observamos con orgullo cómo cada vez más mujeres lideran el camino hacia la vivienda propia. Ellas no solo construyen hogares, construyen estabilidad, autonomía y futuro para sus familias. En la AFD, acompañamos ese proceso con herramientas que reconocen su esfuerzo y fortalecen su rol en el desarrollo del país.”

Garantías y alcance territorial: respaldo para más familias, en más regiones
Para aquellas personas que no cuentan con garantías suficientes, el sistema incorpora un mecanismo que amplía las posibilidades de acceso al crédito: el Fondo de Garantía para la Vivienda (FOGAVI). Este instrumento permite respaldar operaciones que, de otro modo, quedarían excluidas del circuito financiero. Desde su implementación en febrero, el FOGAVI ha emitido 183 garantías, que facilitaron la aprobación de créditos por un total de USD 8,5 millones en el marco del programa Che Róga Porã. El fondo cubre hasta el 50% del capital garantizado durante los dos primeros años, y hasta el 30% entre el tercer y décimo año, lo que permite a los beneficiarios acceder al crédito sin comprometer la sostenibilidad del sistema.

El alcance territorial del financiamiento también muestra una expansión significativa. Las ciudades con mayor cantidad de viviendas financiadas incluyen Luque, Capiatá, Limpio, Asunción, Ñemby y San Lorenzo, lo que refleja una fuerte demanda en el área metropolitana. Sin embargo, el crédito también llega al interior del país, con presencia en localidades como Pilar, San Juan Bautista y Ayolas, donde el acceso a vivienda financiada comienza a consolidarse como una opción real y creciente para las familias

Como banca de desarrollo, la AFD diseña herramientas financieras que acompañan a las familias en el proceso de acceder a una vivienda digna, segura y sostenible. Cada crédito aprobado representa mucho más que una operación: es el punto de partida para construir un hogar, fortalecer el patrimonio familiar y dinamizar economías locales. Con enfoque social, territorial y de largo plazo, la AFD contribuye a cerrar brechas estructurales y a transformar el acceso a la vivienda en una oportunidad real de desarrollo para miles de paraguayos.